Mon le dio este título ya que en la ventana de su casa hay un árbol de jacarandas, el cual le recordó este tipo de paisajes orientales. El video fue grabado en París en cinta de 35 mm, totalmente con calidad de cine, y la producción fue hecha por una plantilla con 60% mujeres y 40% hombres.
Romper instrumentos y destruir el set de grabación es una analogía que habla de que después de la tristeza existe una liberación, por ello Mon Laferte corre sonriente por las calles de la capital francesa. Se trata de comenzar de cero a pesar de tanto dolor; mujeres levantando la voz por su libertad.
Sorpresivamente Mon anunció a través de un video muy especial su regreso al Festival de Viña del Mar, siendo la primera artista confirmada de este evento hasta el momento.
“Llevo algún tiempo amarrándome la lengua para no contarles esta hermosa noticia. ¡Vuelvo a mi ciudad y el mar está de fiesta! Las olas y mi canto ya se conocen hace tiempo y esperan con ansiedad su reencuentro. Gracias por la oportunidad. ¡Gracias mi gente linda! ¡Ahora si vayan preparando la de Platino! (Después no digan que no advertí)”